Publicado 2022-04-01
Cómo citar
Resumen
Estimada lectora, estimado lector:
Llegados al ecuador del curso 2021-2022, la inquietud de los equipos directivos, del profesorado, inspectores y familias no permite celebrar este momento en el que se pretende regresar a una normalidad educativa que aún parece lejana. La sexta ola de la pandemia se está dejando notar especialmente en los centros docentes. A la elevada tasa de contagios del alumnado, se une a su vez la alta tasa de contagios del profesorado, lo que incrementa la dificultad de organizar y garantizar el funcionamiento de los centros y la atención al alumnado. A ello se agrega el esfuerzo que supone el cumplimiento de los planes de contingencia y de los protocolos sanitarios, la atención educativa a distancia, las bajas del profesorado, el traslado a las familias de información, etc.
Entre estas incidencias hay otra no menos importante: la originada por el desarrollo normativo de la LOMLOE, como se evidencia en lo que respecta a la promoción y titulación en la ESO y en el Bachillerato, y en la tardanza de la publicación de los reales decretos de currículo que, en los cursos impares, deberá aplicarse a partir del 1 de septiembre de 2022. Sin reales decretos no es posible disponer de los decretos autonómicos ni realizar una adecuada programación de las enseñanzas en los centros. Los equipos directivos ya están pensando en el curso 2022-2023 y en los interrogantes sobre los nuevos currículos, en adaptar sus documentos pedagógicos e institucionales con las dificultades que ello supone, la necesaria formación de los equipos docentes, la elaboración de los nuevos horarios, la revisión de las plantillas docentes, los cambios en la organización escolar, etc. Frente a retos tan relevantes, la respuesta hasta el momento de las Administraciones educativas es lenta y poco transparente, con una aparente falta de previsión en los tiempos y recursos, que pone de manifiesto cierta desconexión con la compleja y diversa realidad educativa. Una vez más se comienza la casa por el tejado. El papel es muy sufrido, pero sin una apuesta firme, clara, planificada y consensuada por la educación en los próximos meses las mejoras necesarias no serían las adecuadas.
En resumen, a la carga de trabajo que está suponiendo la pandemia, se suma una falta de agilidad y previsión por parte de las Administraciones educativas -en primera instancia el Ministerio- para publicar esas normas que incidirán de forma relevante en la práctica docente, en la organización escolar, y, por supuesto, en la evolución académica del alumnado.
El esfuerzo de conjunto de los centros docentes está siendo enorme y debe ser reconocido, no solo con palabras sino especialmente facilitando su tarea a través del incremento de medios humanos, económicos y materiales, pero también “temporales”. Nos referimos a la reducción del trabajo burocrático y la flexibilización de algunos procedimientos – también los propios de la Inspección de Educación-, dotando de mayor autonomía a los centros, que se hace imprescindible. Los centros precisan de tiempo para acometer las dificultades derivadas de la pandemia y afrontar los retos que las modificaciones y cambios curriculares y organizativos les depararán en el curso 2022-2023.
Desde la Inspección de Educación compartimos estas inquietudes, que son también las nuestras. Como siempre nos ponemos al servicio de la Administración, sin olvidar que, en el marco de nuestras funciones, la información, orientación y asesoramiento, es fundamental para favorecer tanto la acción de los centros durante la pandemia como un cambio curricular y organizativo ajustado a la normativa en el futuro.
Por otra parte, os informamos de que, a partir del próximo número, correspondiente al mes de abril de 2022, la revista inicia una nueva etapa al utilizar para su gestión la aplicación web de código abierto OJS OAI-PMH (Open Journal Systems, Sistema de Administración y publicación de revistas y documentos periódicos). Ello permitirá dar un nuevo salto cualitativo, como ya lo ha supuesto su indexación, y cuantitativo, actualmente la revista supera los 3000 lectores, incrementado así su proyección científica e internacional.
Os invitamos como siempre a leer nuestra revista, que en este número incluye un artículo de un prestigioso educador estadounidense en inglés y en español además de las habituales secciones, siempre interesantes para los profesionales de la educación en general y para los inspectores en particular.
La revista, está abierta a todos los profesionales de la educación. Podéis remitir, hasta el día 1 de abril de 2022, vuestras colaboraciones a nuestro correo supervision21@usie.es
Recibid un cordial saludo del equipo que hace posible Supervisión21.