SUPERVISIÓN 21

ISSN 1886-5895

Vol. 33 Núm. 33 (2014): Nº 33 – JULIO 2014
ARTÍCULOS

EL CINE COMO RECURSO DIDÁCTICO

Publicado 2022-02-27

Cómo citar

BLAY MARTÍ, J.M. (2022). EL CINE COMO RECURSO DIDÁCTICO. Supervisión 21, 33(33). Recuperado a partir de https://usie.es/supervision21/index.php/Sp21/article/view/35

Resumen

  • AUTOR: BLAY MARTÍ, J.M.
INTRODUCCIÓN

“Llegará un momento en que a los niños en las escuelas se les enseñe todo a través de películas; nunca se verán más obligados a leer libros de Historia” (D.W. Griffith, 1915) 1

Desde que en 1895 los hermanos Lumiere (Auguste Marie Louis Nicolas y Louis Jean Lumière, inventores del cinematógrafo) realizaran la primera proyección pública cinematográfica, ya va para 120 años, no se podían imaginar la repercusión de ese fenómeno, que parecía que no iría más allá de una mera curiosidad y que ha acabado siendo un arte, un espectáculo de masas, un gran negocio e incluso, ha incidido de manera meridianamente clara en la historia reciente, y lo sigue haciendo. No cabe duda de que, además, con el cine se crea opinión.
El cine, por lo tanto, puede ser abordado desde distintas perspectivas: empresarial, sociológica, política, etc. Sin embargo la que nos interesa a nosotros, como historiadores y profesores de Historia y, por qué no, de otras disciplinas, es el aporte renovador que el séptimo arte nos da en nuestras asignaturas. Pero, incluso después del tiempo transcurrido y de las investigaciones realizadas por este camino, todavía existen algunos que dudan de su interés o le confieren poca relevancia en su aplicación a la ciencia histórica. Desde que se considera a la Historia como ciencia, las fuentes que se han utilizado para su explicación se han ampliado a lo largo del tiempo. Dicho lo cual, intentar obviar que el cine, y no sólo él, sino que todos los medios de comunicación y audiovisuales aportan un nuevo camino de investigación y una herramienta indiscutible en la explicación de la Historia, es caer, desde mi punto de vista en “el lado oscuro”.
Actualmente no nos cabe duda alguna sobre que el cine es un testimonio directo de lo acaecido en el siglo XX. En este sentido, se le considera como una fuente histórica desde los primeros trabajos de SiegfriedKracauer 2 y de los de Marc Ferro 3 . Desde ese momento se comenzaron a posicionar las distintas tendencias historiográficas (tema que trataré en el apartado 2 de este trabajo) en diversos ámbitos geográficos, y trabajos como los de Robert A. Rosenstone 4 y P. Burke 5 celebran que es el momento en el que los historiadores deben aceptar el cine como un “nuevo tipo de historia”, junto a la oral y la escrita.
Debemos reconocer que la utilización del cine como recurso educativo nos exigirá una actualización de nuestras propias capacidades como docentes y se deberá, en este sentido formar a los profesores en el aprovechamiento de este recurso. Éstos deben guiar y propiciar en el alumnado la adquisición de las competencias para la crítica técnica, aunque no será lo prioritario, así como en el análisis de las películas para trabajar diferentes contenidos curriculares.